Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 8, 18-30

18 para sacudirse el yugo de encima, porque veían que el reino de los
griegos tenía a Israel sometido a servidumbre.

19 Partieron, pues, para Roma y luego de un larguísimo viaje,
entraron en el Consejo, donde tomando la palabra, dijeron:

20 Judas, llamado Macabeo, sus hermanos y el pueblo judío nos han
enviado donde vosotros para concertar con vosotros alianza y paz y para
que nos inscribáis en el número de vuestros aliados y amigos.»

21 La propuesta les pareció bien.

22 Esta es la copia de la carta que enviaron a Jerusalén, grabada en
planchas de bronce, para que fuesen allí para ellos documento de
paz y
alianza:

23 «Felicidad a los romanos y a la nación de los judíos por mar y
tierra para siempre. Lejos de ellos la espada y el enemigo.


24 Pero, si le sobreviene una guerra primero a Roma o a cualquiera
de sus aliados en cualquier parte de sus dominios,

25 la nación de los judíos luchará a su lado, según las circunstancias
se lo dicten, de todo corazón.

26 No darán a los enemigos ni les suministrarán trigo, armas, dinero
ni naves. Así lo ha decidido Roma. Guardarán sus compromisos sin recibir
compensación alguna.

27 De la misma manera, si sobreviene una guerra primero a la nación
de los judíos, los romanos lucharán a su lado, según las circunstancías se lo
dicten, con toda el alma.

28 No darán a los combatientes trigo, armas, dinero ni naves. Así lo
ha decidido Roma. Guardarán sus compromisos sin dolo.

29 En estos términos se han concertado los romanos con el pueblo de
los judíos.

30 Si posteriormente unos y otros deciden añadir o quitar algo, lo
podrán hacer a su agrado, y lo que añadan o quiten será valedero.